jueves, 25 de junio de 2009

Adopción Consuetudinaria Recíproca.( enclave Turístico).


Dentro de las tantas particularidades de Puerto Peñasco es el estar enclavado en una monotonía turística, muchas de las acciones son llevadas a cabo con la diaria convivencia con los usuarios turísticos. Es fácil observar la gran diversidad de mini mercados que asemejan sus productos a los encontrados en ciudades de EU, así como centros de diversión nocturna que en sus labores importantes están la preservación de la cultura de la diversión estadounidense. La incursión consuetudinaria de las actividades turísticas también se refleja en la alta venta de comida rápida, donde se satisfacen gustos de turistas y donde los residentes terminan adoptan esa singular alimentación. Al igual como los habitantes turísticos se enraízan con nuestras costumbres, como la adopción hábitos de mexicanos, así como de la alimentación también, en este caso de la ingesta en gran escala de mariscos y carnes usuales por su preparación en México, los aborígenes adoptan gran parte de su alimentación, como los burritos, donas y el café en sus distintas presentaciones.


La constante convivencia de las dos partes que hacen posible el turismo desarrolla una adopción de costumbres uno del otro, los prestadores de servicios turísticos adoptan un lenguaje, como fenómeno bilinguistico peñasco en peñasco es evidente. Al inicio de la expedición los murales con rótulos ingles-español yuxtapuestos muestra la diversidad de costumbres adoptadas, así como un marketing que muestra el gusto de los norteamericanos por la diversión que se expende en Puerto Peñasco. Nombres como Bumaye, El tío pete, son ejemplos claros como han adoptado hábitos para crear mercadotecnia, así también ejemplo claro está expender tiendas de souvenirs, con alto contenido cultural mexicano con el nombre estadounidense (MEXICAN CURIOS).
El ejemplo muestra claros ejemplos de cómo se han adoptado uno del otro sus hábitos para la convivencia de ambos, para conocer sus raíces y hacer posible la actividad turística, así como el turista gusta de las actividades mexicanas, el mexicano o prestador de servicio más por necesidad que por gusto tiene que adoptar gran parte de sus hábitos.


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